A Humberto José Ernis se la tenían jurada, en un primer intento por matarlo le asestaron una herida en el cuello y en una de sus manos. Tres días después y mientras se recuperaba en casa fueron por él para acabar con su existencia.
Las paredes de la vivienda del hombre de 47 años en el sector Bajo Guarapiche en pleno centro de Maturín, quedaron manchadas por la sangre que salían de su cuello.
Se presume que, antes de que amaneciera este sábado sus agresores volvieron y lo asesinaron.
Primer ataque
El 1 de julio unos sujetos le obstaculizaron el paso a Humberto cuando se dirigía caminando hacia su vivienda con una bolsa de comida.
Al parecer se negó a hacer entrega de los productos que llevaba consigo desatando la ira de los maleantes quienes le infligieron una herida en el cuello. Lo dejaron malherido en el lugar y se marcharon con la comida.
Presuntamente, los delincuentes al enterarse que Ernis había quedado vivo y estaba de regreso en casa recuperándose del ataque fueron a buscarlo.
Los vecinos de la comunidad avisaron a los organismos de seguridad sobre el sangriento crimen, más tarde efectivo del Cicpc se apersonaron al lugar para realizar el levantamiento del cuerpo y traslado a la morgue del hospital central de Maturín.
Los agentes se encuentran en la investigación del caso y no descartan la venganza como móvil del crimen.
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