Franklin García, un comisionado de la Policía de Maracaibo, renunció a la institución y vendió su carro para irse de Venezuela y darle una mejor calidad de vida a su familia. Como él, 83 oficiales han pedido la baja en ese organismo
A 20 kilómetros para salir de la selva del Darién, Franklin García, de 49 años, sintió que ya no podía más. Sus piernas se desvanecían, su respiración se agitaba, tenía fatiga y mucha sed. Faltaban seis horas para terminar la travesía y sabía que no podía descansar.
Tenía 50 horas sin comer y 40 en las que se hidrataba solo con sorbos del agua de los ríos en la selva. Esto lo cuenta Franklin, quien hasta el pasado 30 de agosto era funcionario de la Policía Municipal de Maracaibo y el número 81 en pedir la baja en ese cuerpo de seguridad. Después de él, se enteró, lo hicieron dos oficiales más.
“Yo regalé todo lo que llevaba en el bolso porque no podía con el peso. Duré tres días sin comer porque había regalado toda la comida. Todo. Al final, no tenía cómo sustentarme”, contó Franklin, en entrevista telefónica con El Pitazo cuando llegó a Costa Rica.
El Pitazo/Noticia y Punto
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