Keiko Fujimori y Pedro Castillo, candidatos a la segunda vuelta en las elecciones en Perú, llegaron a un acuerdo con las iglesias Cristianas Evangélicas y Católicas para respetar institucionalidad democrática de llegar al poder.
El documento, con el nombre de “Proclama ciudadana”, fue realizado junto con la Conferencia Episcopal Católica, y suscrito también por la Asociación Civil Transparencia y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.
En un mitin de campaña en Iquitos, la principal ciudad de la Amazonía peruana, Castillo firmó la “Proclama Ciudadana” de respeto al orden constitucional que redactaron las iglesias, horas después que lo hiciera su rival Keiko en un programa de televisión.
Castillo ganó la primera vuelta electoral del 11 de abril con 18,9% de los votos. Keiko, quien compite por tercera vez en un balotaje, obtuvo el 13,4% en la primera ronda. Castillo encabeza los sondeos, pero la diferencia entre ambos se ha ido reduciendo en los últimos días.
El motivo de comprometerles con este pacto democrático es que Tanto Castillo, un maestro de escuela rural, como Keiko, hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), enfrentan cuestionamientos de sectores que temen que puedan apartarse del sistema democrático.
Opuestos pero con coincidencias
Los programas de ambos postulantes son diametralmente opuestos: Keiko, de 45 años, defiende el libre mercado mientras que su rival, de 51, aboga por un activo papel económico del Estado, incluso con nacionalizaciones.
A pesar de sus diferencias, ambos candidatos coinciden en algunos temas, además de este pacto firmado: ambos son provida, defienden la familia tradicional, no dan prioridad a los derechos de la comunidad LGTBI y rechazan el enfoque de género en las escuelas.
Perú, políticamente inestable desde 2016 -con tres presidentes en cinco días en noviembre pasado- acude a un balotaje que amenaza con polarizar al país entre dos postulantes situados en las antípodas y que en conjunto obtuvieron apenas el 32% de los votos en la primera vuelta.
El próximo presidente debe asumir el poder el 28 de julio en sustitución del mandatario interino Francisco Sagasti y tendrá como retos terminar con la inestabilidad política, enfrentar la pandemia y superar la recesión económica generada por largas cuarentenas sanitarias.
“Proclama ciudadana”
La Unión de Iglesias Evangélicas y la Conferencia Episcopal católica presentaron el pasado sábado esta “Proclama Ciudadana” que pedía a los candidatos que prometieran “respetar y proteger la independencia y los fueros de los otros poderes del Estado”, en caso de ganar el balotaje del 6 de junio.
Al suscribir el documento, ambos candidatos se comprometieron a mantener la institucionalidad democrática, a “respetar y defender el derecho fundamental a la vida y garantizar los derechos humanos de todos los habitantes” y la libertad de prensa.
Asimismo, prometieron que no van a “buscar ni intentar ningún mecanismo de reelección” al culminar su mandato en 2026.
RDN/AGENCIA
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