Según los reportes de Morning Star News, un supervisor musulmán de nombre Kasenyi envió a varios sicarios para que mataran a uno de sus empleados, el cual era cristiano y se negaba a convertirse al Islam.
Las personas que asistieron al funeral del fallecido, Fred Isiko, fueron quienes dieron esa información del asesinato, ocurrido en la aldea de Kagumu, distrito de Kibuku, en Uganda.
Ya un sospechoso fue capturado por las autoridades, las cuales también informaron que una turba de 50 personas enfurecidas por el asesinato de Isiko mataron a Kasenyi, todos miembros de congregaciones del lugar.
«Cuando estábamos a punto de llegar al centro comercial, 3 personas nos detuvieron. Dijeron que tenían información para Fred. Así que me moví a cierta distancia. Inmediatamente uno de ellos sacó un cuchillo largo y le cortó el cuello mientras yo huía por mi vida», dijo Maka, un amigo de Isiko.
Previo a su asesinato, Isiko ya había experimentado amenazas de muerte, una de esas fue grabada y allí le decían que lo iban a despedir si no se convertía al Islam.
«Tienes que convertirte al Islam si quieres seguir siendo mi empleado. No voy a dejar a Jesucristo, mejor renunciar que dejar el cristianismo», decían Kasenyi e Isiko en la conversación grabada.
El sospechoso arrestado dijo que Kasenyi lo había contratado junto con otras 4 personas para asesinar a Isiko y a 7 pastores.
Y cuando fue ordenado el arresto de Kasenyi, la misma comunidad lo mató dentro de su casa en venganza por el creyente.
Como éste, hay muchos casos más de persecución dentro del país, en el cual los cristianos son asediados y constantemente atacados por no convertirse a la creencia local.
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