Un testimonio lleno de inspiración para muchos es el de un hombre que en su lecho de muerte pidió como último deseo en vida ser bautizado tras haber aceptado a Jesús en su corazón.
Tommy Dale Reid con 67 años meses antes de enfermarse se había jubilado, pero pensaba que tenía neumonía, lo que resultó ser un cáncer de pulmón, hígado y páncreas.
El diagnóstico obviamente fue terrible cuando se lo comunicaron los médicos, entonces Tommy supo que solo un milagro podría salvarle la vida pero de inmediato recordó que ni siquiera sabía si realmente creía en Dios.
El hombre sentía que no era cristiano debido a que por mucho tiempo asistió a la iglesia pero no se había bautizado y tampoco había aceptado a Cristo en su corazón.
Con toda una vida en Wichita Falls, una matrimonio leal y siendo un gran trabajador además de leal, fue parte del ejército por muchos años en Alemania, en donde conoció a su esposa, ambos se comprometieron y se mudaron a Texas para pasar el resto de sus vidas.
El cáncer de Tommy ya era muy avanzado y allí supo que Dios lo estaba llamando, que Dios le estaba ofreciendo una oportunidad para que se acercara a Él, estaba ganando su atención.
Durante su etapa más crítica pidió a Wichita Falls que le ayudaran a bautizarse y debido a la urgencia de su caso, lo hicieron con todo lo que significa: absoluta inmersión y sin ayuda de alguna máscara de oxígeno.
“Hicimos el bautismo por inmersión, porque creemos que así nos dedicamos por completo. No solo la cabeza o las manos, sino todo a Jesucristo”, explicó el pastor del significado del bautismo en agua.
Fue el equipo médico el que preparó el momento para el hombre dentro del jardín del hospital, lo que representó para todos como una fuerte conexión entre los médicos y el paciente, algo muy especial para todos.
“Considero que este entorno es muy especial”, dijo Angela Culley, directora de comunicaciones del hospital sobre ese momento.
Sin ayuda del oxígeno, Tommy contuvo la respiración cuando ya estuvo dentro del agua para ser sumergido, soportó todo porque “tenía muchas ganas de ser bautizado”.
Allí también aceptó a Jesús como su Señor y Salvador, siendo éste su último deseo pasó a descansar en la presencia del Señor.
INFORMACIÓN DE BIBLIATODO