Un día como hoy, 20 de enero de 2019, tuve que salir sin poder avisarle a mucha gente. Puse en la balanza si seguía en mi hermoso país, Venezuela, y parar a una celda del Gobierno o salir de mi tierra para seguir luchando en libertad. Solo consulté con mi almohada y mi esposa, y tomé la decisión de convertirme en otro inmigrante más.
Aquella tarde, cuando solo me pude despedir de mi adorada madre, de dos hermanos y de un sobrino que me acompañaron al aeropuerto de la Chinita en Maracaibo, con lágrimas en mis ojos, les dije que pronto nos volveríamos a ver; esa tarde, yo soñaba con estar fuera de mi terruño 1 o 2 años, tenía mucha FE que, en ese lapso, ya habría cambiado el sistema de Gobierno.
Hoy ya son 4 años, se dicen fácil, pero no lo es, ser inmigrante no es fácil y menos si no dominas el idioma del país donde estás, en mi caso, EEUU.
Tampoco es fácil convivir con tantas culturas diferentes, donde casi nunca ni conoces a tus vecinos, pero aquí estamos con los ideales más firmes que nunca y con mucha FE de que pronto tendremos un Gobierno diferente.
Muchos creen que migrar para EEUU es vivir una fantasía, que todos los fines de semana vamos a Disney o a cualquier lugar a vacacionar… pues no, este es un gran país, la primera potencia del mundo, pero aquí se trabaja duro, claro… tienes calidad de vida, calidad de vida que nosotros los venezolanos estábamos acostumbrados.
Nos llamaban la Suiza de América y sigo soñando con volver lo más pronto posible a mi hermosa tierra. Claro, con un Gobierno Democrático, inclusivo y diferente, que respete al ciudadano, que respete el libre pensamiento político, que respete la Constitución, donde ser del PSUV, AD, Nuevo Tiempo, Primero Justicia, Voluntad Popular, independiente o de cualquier partido político no sea una mácula para separar al pueblo o la familia.
Hoy, en nombre de los más de 7 millones de migrantes que andamos por el mundo, le pido a los dirigentes del Gobierno encabezado por Nicolás Maduro, a Diosdado Cabello, quien es el máximo líder del Psuv, a todos los que dirigen la oposición, Manuel Rosales, Henry Allup, Julio Borges, Enrique Capriles, Juan Guaidó, Maria Corina Machado, Antonio Ledezma, Claudio Fermín, Henry Falcón, Bernabé Gutiérrez, entre otros, que, si ellos quieren tanto a Venezuela como lo dicen en sus discursos, que por favor pónganse la mano en el corazón ya basta que un pueblo siga sufriendo. Busquen una salida urgente a esta terrible tragedia que vivimos y así les aseguro que muchísimos que hoy estamos fuera volveríamos, de lo contrario jamás volveremos abrazar a nuestros seres queridos.
Eddy Arias, dirigente político social del estado Zulia
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